Las cinco prácticas que te harán feliz

Y bueno, ¡es una trampa! No hay 5 prácticas y no habrá nunca nada que te haga feliz.

Pero en estos tiempos en las librerías y en Amazon buscas respuestas rápidas y eficaces y el 99% de los títulos se parece a el de arriba, no es así?

Entonces es bueno que sepas que la felicidad surge de nuestro interior, no viene desde afuera. Sentimos felicidad cuando damos y cuando compartimos (tiempo, conocimiento, cariño, dinero, presencia, posesiones, etc.). Es un acto personal, o sea que para serlo tienes que estar dispuesto, tienes que estar activo, tienes que quererlo.

La cultura del consumo nos ha enseñado que podemos ser felices comprando un nuevo coche, un nuevo móvil, un nuevo vestido, pero esta no es felicidad, esta es satisfacción. Que es diferente. Cuando tienes mucha sed y por fin te tomas un vaso de agua y es WOW! pues en aquel preciso momento estás satisfecho. Pero prueba a tomar 20 vasos y verás lo que pasa. Y esto explica porque seis meses después de haber comprado el coche de nuestros sueños ya no soñamos tanto con él, sino tal vez con el mismo modelo pero actualizado o con otro… Así que pasamos del deseo a la satisfacción, para luego sentirnos otra vez insatisfechos y buscar una vez más llenar aquel vacío. (Diferente es si compras un coche -satisfacción- para ir de paseo con tu familia y amigos -compartir tiempo y cariño=felicidad).

La felicidad no sigue la misma curva de la satisfacción. Alguna vez te has sentido demasiado feliz y has pedido un poco de depresión? (Si es así, puedes ir a mi consulta y en unas sesiones lo arreglamos).

Entonces veamos cuales son 5 prácticas (5 es por poner un número, podrían ser una o 200) que aplico en el día a día y que veo que funcionan (así -parece- desde hace miles de años):

1. Esfuérzate por no juzgar. El acto de juzgar produce etiquetas y las etiquetas son la comida favorita de tu sistema de Ego. Con las etiquetas el Ego se iper activa y no te deja estar en el presente. En esta práctica encontrarás la calma para pasar al punto 2.

2. Recorta a lo largo del día unos momentos de silencio y de ayuno sensorial. Sentado en algún lugar, en la naturaleza, lejos de ruidos molestos e innecesarios, móvil en modalidad avión, sin escuchar música, sin leer algún libro. Tú y solamente tú, sumergido en el instante en el cual respiras. Esta práctica te permitirá construir un espacio interior enorme y vacío. Esta práctica te permitirá construir un espacio interior enorme y vacío en el cual sembrar las semillas del punto 3.

3. Invierte más tiempo en pensar en lo que puedes hacer para los demás (dando y compartiendo). Pensar es el primer paso para aportar cambios en nuestra vida. Buenos pensamientos, buena actitud, emociones limpias y sanas. Esta práctica te dará las herramientas para llevar a cabo el punto 4.

4. Recuerda cada mañana cual es tu misión en tu vida: Ser Feliz, verdad? Entonces pon en práctica cada día las ideas que tuviste a través de la práctica 3. No es lo mismo pensar el Bien, que pensar el Bien y hacer el Bien.

5. Agradece. Siempre y por todo lo que experimentas en esta vida. Agradecer rebaja las revoluciones del Ego, lo cual te ayuda a vivir el presente y a percibir todo como un enorme regalo. El Ego es un niño; a caso los niños saben decir gracias? No, se lo debemos enseñar, verdad? Así es con nuestro Ego, cada vez que agradecemos le permitimos crecer un poco, le ayudamos a no quedarse niño caprichoso.

Ahora pon en práctica lo que has leído, agradéceme a mi por haber escrito el post, agradécete a ti por haberlo leído, sal de tu rutina y atrévete a aportar algo fresco y amoroso a este mundo un poco loco.