Vuelve al paraíso

El Paraíso es paz, serenidad, tranquilidad. Está dentro de ti; sin embargo, las experiencias que vives pueden nublar el camino hacia él.

Cuando sufrimos una pérdida y empezamos el proceso de duelo (proceso de integración de la pérdida) “paz” es la palabra que más extrañamos, porque nos encontramos en un estado de dolor y exasperación sin límites. 

Deja que te recuerde unas prácticas eficaces y sencillas para volver a encontrar el camino (en el libro “El coraje de romperse” encuentras esta información con todo tipo de detalle).

  • Selecciona los estímulos de los cuales nutrirte: lo que comes, lo que lees, lo que escuchas, lo que tocas, lo que piensas, lo que te cuentas de ti misma, de ti mismo, de tu narrativa, lo que dices, cómo describes la realidad.
  • Utiliza menos palabras, pero con más sentido. Gran parte de lo que decimos no sirve (y a menudo es basura).
  • Presta atención a lo que te cuentas de ti: ¿te estás empoderando o te estás criticando gratuitamente? Si te cuentas “rosas” te sentirás “rosas”. Si te cuentas “piedras” te sentirás “piedras”.
  • Escucha todas las emociones, porque todas vienen a visitarte para avisarte de algo. Una vez escuchadas, deja que se marchen. Si no se marchan es porque no las has escuchado de verdad.
  • Recuerda que la felicidad no es algo que se logra, porque ya somos felicidad, por naturaleza. Lo que sí podemos lograr es ser conscientes de lo que oscurece el camino hacia el paraíso interior.