Del lodo al loto.⠀
Así es.⠀
El loto necesita pasar a través del lodo para poder crecer y llegar a la superficie del agua, donde finalmente se abrirá en flor.⠀
De la misma manera, cuando nos adentramos en nuestro interior empezamos a encontrar aspectos de nosotros mismos que no nos gustan y que -queramos o no- definen una parte de nuestra personalidad, la parte más oscura, la que a menudo intentamos esconder, dejando a la luz del sol nada más que lo que consideramos aceptable y que puede aportar valor a la imagen de nosotros que vamos construyendo en el día a día a través de las relaciones y de las redes sociales.⠀
Si queremos liberar la flor que tenemos adentro, antes debemos pasar por el lodo. La conciencia necesita pasar por esta dimensión que preferiríamos olvidar. Porque observando y aceptando somos capaces de ir más allá. Y es entonces cuando se da la transformación. No puedes avanzar si estás anclado a los aspectos de ti que te gustan. Hay que aceptar lo que duele y soltarlo; y luego hay que aceptar lo que te gusta de ti y nuevamente soltarlo. Tal vez sea esta la razón por la cual Dante empieza su viaje desde el Infierno, no desde el Paraíso.⠀
Un amigo mío me dijo un día: nacemos con los puños cerrados y morimos con las manos abiertas.⠀
Me encanta esta imagen, que es muy esclarecedora: desde el ego/niño que todo lo quiere atrapar, debemos aprender a dejar ir lo que pesa y que no nos permite evolucionar.⠀