¿Cuáles son las principales fechas?
- Cumpleaños
- Día del fallecimiento
- Día del Santo
- Día de fiestas locales (Sant Jordi en Catalunya o la Mercè en Barcelona, por ejemplo)
- Festividades cómo día del padre, de la madre, del niño, San Valentín, etc.
- Vacaciones
- Navidad
- Final de año
Es inevitable que las fechas nos conecten con el sufrimiento. Nos devuelven memorias, recuerdos, momentos importantes.
Recordamos lo bueno que vivimos y al mismo tiempo sentimos el peso de la ausencia, lloramos sabiendo que no podremos volver a vivir momentos como aquellos.
Mi sugerencia es que te enfrentes a estas memorias antes de las fechas. Si puedes, hazlo acompañado por un terapeuta/psicólogo especializado en duelo, para que te ayude a limpiar tus heridas. Recuerda que hay espacios en tu sistema emocional donde no puedes poner mano: necesitas que otro lo haga por ti.
Si se acerca la Navidad, recuerda cómo fue la última (o las últimas). Mira fotos, vídeos y todo tipo de objeto que te ayude a conectar con aquellas memorias. Permítete sentir, sentir el dolor, ¿y por qué no?, sentir también la alegría de poder guardar aquel recuerdo.
Permite en este momento presente aquel espacio que abre la puerta a otros momentos presentes, guardados como memorias en el pasado.
Protégelos,
mímalos,
guárdalos con ternura.
Si haces este esfuerzo por lo menos un par de meses antes (por ejemplo empezando en octubre a trabajar sobre Navidad y final de año) llegarás a las fechas con mucho trabajo ya hecho, con muchas lágrimas ya lloradas.
Y la sensación que estas fechas lo que te dan son ganas de celebrar la vida, la tuya y la que has compartido con tus seres queridos, ganas de amar y vivir con serenidad la vida tal cómo es. No cómo la imaginamos, sino verdaderamente tal cómo es. Sin juzgarla.