Duelos fantasmas (cuando muere un/una amante)

Uno de los momentos más importantes en todo proceso de duelo es cuando podemos reconocer lo que estamos sintiendo, cuando podemos validarlo, cuando podemos expresarlo.

Hoy veremos como en este peculiar tipo de duelo la manifestación externa del dolor (y de las demás emociones que se experimentan en un proceso de duelo) se ve inhibida por temas sociales/familiares, la cual cosa prepara el terreno para un duelo particularmente amargo.

En este artículo analizo la experiencia de este tipo de duelo a través de lo que he podido presenciar en terapia, acompañando a hombres y mujeres que sufrían este tipo de pérdida. El tema es delicado: puede que te veas reflejad@ en esta situación porque tienes -o has tenido o estás a punto de tener- una relación extraconyugal.  O puede que la infidelidad no sea la tuyo o que hayas sufrido la infidelidad de tu pareja y que esta situación despierte en ti cierto odio o antipatía hacia el/la doliente: en este caso te invito a no juzgar y a sentir pura compasión por un ser humano que necesita llorar a alguien que amaba, sin entrar en temas de culpa, responsabilidad o ética.

¿Qué son los duelos fantasmas?

Un fantasma es un ser (espíritu, alma, forma de energía, etc.) que en varias culturas suele ser representado como algo que no se ve o que no se ve claramente, que puede manifestarse produciendo sonidos, moviendo objetos, produciendo particulares perfumes o modificando la temperatura ambiental. Es algo que está y que no se puede mostrar o revelar.

Un duelo fantasma es por lo tanto un duelo que existe y que no se puede mostrar.

¿Y por qué no se puede mostrar? Porque revelaría lo que está escondido, ocultado, por ser prohibido.

La complejidad en el duelo invisible

La imposibilidad de llevar a cabo este tipo de duelo reside en la necesidad de mantener una fachada de normalidad frente a la pareja (pero también hijos, familiares, amigos, compañeros de trabajo) mientras en el más profundo el sufrimiento hace pedazos el corazón. Y no solamente el sufrimiento, sino también las demás emociones. En estos casos, cuando no se puede ocultar la emoción, se suele justificar con algo externo o haciendo más grande un pequeño problema o discusión familiar. De esta manera se aprovecha de cualquier oportunidad plausible para desahogarse.

En segundo lugar hay el tema de los rituales: el doliente no puede asistir a los rituales tan importantes y necesarios para la mayoría de las personas: velatorio, funeral, contacto con familiares y amigos del difunto.

Cuando el cuerpo reside en un cementerio, se suele acudir a este lugar después del funeral, cuando no haya nadie.

Si el cuerpo ha sido incinerado y la familia lo conserva en casa, entonces este ritual privado no se puede dar.

Consejos para manejar el duelo fantasma

Cuando el secreto no es totalmente un secreto y hay alguien que tiene conocimiento de él, entonces puede ser recomendable hablar y desahogarse con esta persona., siempre y cuando sea alguien que puede escuchar sin juzgar.

En caso contrario es preciso dejarse acompañar por un profesional que pueda acompañar en el duelo para que el duelo se procese de manera completa, evitando que remordimientos y sentimientos de culpa detengan las dinámicas naturales del duelo.

que es el duelo fantasma

Transformando el dolor en un camino de crecimiento

Suelo pensar que hay dos tipos de duelo: hay el duelo adaptativo y hay el duelo transformador.

El duelo adaptativo es aquel proceso que gradualmente permite que la pérdida se integre en la narrativa personal. Es lo que podríamos llamar un “buen duelo”, un duelo natural.

Luego hay el duelo transformador, que es un duelo adaptativo con un brillo más, con algo especial y diferente. En el duelo transformador la persona emprende un viaje que va más allá del proceso de duelo, se parece más a un camino de indagación espiritual sobre los temas más íntimos e importantes de la vida. Un duelo de este tipo activa una transformación interior que perdura a lo largo de toda la existencia.

Si estás buscando acompañamiento para que tu proceso de duelo sea transformador, te invito a visitar los perfiles de los fantástico terapeutas que hacen parte del equipo. Cada uno de nosotros puede acompañarte en este tipo de duelo, con discreción, empatía y bondad.

Alberto Simoncini