En este espacio de reflexión y aprendizaje, nos adentraremos en el difícil pero trascendental proceso de acompañar a alguien en el duelo. Como experto terapeuta de duelo en Barcelona, vamos a descubrir juntos las claves para brindar consuelo y apoyo a quienes atraviesan por esta dura etapa. Sí, es una tarea desafiante, pero un camino que todos, en algún momento, podemos necesitar recorrer.
Entendiendo el duelo y su complejidad
El duelo es un proceso de integración de una o más pérdidas. El término ‘proceso’ indica que hay un esfuerzo prolongado en el tiempo. Como bien sabe cualquiera de nosotros que intente adoptar un nuevo hábito, mantener un esfuerzo prolongado en el tiempo suele ser muy difícil, porque la tendencia natural es conservar energía y seguir haciendo (o siendo) lo de siempre, aunque nos perjudique.
Esta es la razón por la cual es importante tener claro por qué estamos sufriendo y tener a nuestro lado alguien que en los momentos flojos nos ayude a mantener e incrementar nuestra fuerza de voluntad para lograr resultados positivos.
Escucha activa: el primer paso en el acompañamiento en el duelo
Cuando alguien se da cuenta que tiene una piedrecita en el zapato, lo primero que hace es quitarla. Algo parecido pasa con el dolor físico y con el sufrimiento emocional. Cuando algo nos duele, buscamos alivio de aquel dolor, y cuando sufrimos, deseamos quitarnos el sufrimiento del corazón.
Sin embargo, quitar el sufrimiento emocional no es tan fácil como quitar una piedra del zapato o aliviar el dolor físico. No lo es por una razón muy clara: no sabemos dónde está el sufrimiento. Está, pero no sabemos dónde. Y por eso es clave la habilidad del terapeuta de saber escuchar el paciente. No solamente escuchar con los oídos lo que dice, sino escuchar en el conjunto lo que expresa, con sus palabras, movimientos del cuerpo y expresiones faciales, con sus pausas y silencios, con el ritmo de las respiraciones, de las lágrimas, de los suspiros. El terapeuta escucha al paciente para averiguar dónde esta el sufrimiento. Esto es el primer fundamental paso, sin el cual no hay terapia.
El arte de la presencia en el duelo
La escucha activa requiere una presencia muy peculiar. Por un lado el terapeuta tiene que estar muy presente, para no perder ninguna señal que le indique dónde está el sufrimiento, mientras que por el otro tiene que desaparecer. Me explico: el terapeuta tiene que aprender a quedarse como herramienta de escucha, pero debe saber desaparecer como persona. Como una muleta, que está allí cuando sirve para ser útil y sostener y ayudar, y no importa que tenga un nombre ni un pasado.
Esto es lo que permite al terapeuta sentir todo lo que emana el paciente, sentir sus emociones e incluso sufrir y llorar con él. Y esto lo puede hacer porque está presente como herramienta, con su sistema emocional activo y vivo, pero sin el elemento de historia personal, que podría interpretar y juzgar lo que está viendo y escuchando.
Cómo ofrecer un acompañamiento psicológico en el duelo
Resulta claro, entonces, que para ofrecer un acompañamiento psicológico y emocional, hay que saber estar cerca del paciente, saber escuchar, saber mirar, saber abrazar los gritos así como los silencios. A la hora de elegir un terapeuta, aconsejo buscar con atención, leyendo los comentarios de los pacientes, que pueden dar pistas importantes sobre las habilidades del terapeuta y su capacidad de escuchar.
Frases en el acompañamiento del duelo
A todos nos ha pasado de escuchar alguna frase fuera de lugar o incluso de haber sido nosotros quienes la decíamos, sin poder controlar este irrefrenable deseo de llenar el silencio. En línea de principio, el silencio y la presencia son la mejor compañía en un proceso de duelo, sin embargo, también la palabra correcta puede sanar y ayudar a aliviar el sufrimiento causado por una pérdida.
Veamos juntos cuáles son las 5 mejores frases que una persona puede decir a alguien que esté pasando por un proceso de duelo.
- Estoy aquí.
- Si puedo ser útil, lo haré encantado.
- Siento mucho por lo que estás viviendo.
- Si necesitas llorar, estoy aquí.
- Si quieres un abrazo, estoy aquí.
En cuanto a las peores frases que se puedan decir, recordemos que quien ha sufrido una pérdida tiene el derecho de decir lo que quiera. Somos nosotros que debemos cuidar de las palabras. Frases como “Te está mirando desde el Cielo”, “Ahora está en compañía de los ángeles” o “Era una persona mayor, ha vivido su vida” nosotros no debemos decirlas, porque surgen de nuestra visión de la vida y de nuestra sensibilidad, y en estos momentos la prioridad la tiene la sensibilidad de quien está sufriendo la pérdida.
Aprendiendo de la experiencia con Alberto Simoncini
Durante estos últimos 15 años acompañando a personas en proceso de duelo y de transformación personal, he aprendido algunas cosas que considero importantes y que quiero compartir contigo:
- La vida dura poco. Siempre dura poco. Porque siempre hay un último beso que dar o una buena palabra que pronunciar. Vive cada día con amor.
- La vida a menudo duele, y por eso es importante no solamente no crear más sufrimiento sino también crear belleza y armonía y encontrar un momento cada día para agradecer la vida y ser amables con el universo.
- Los duelos son procesos naturales para aceptar que hemos perdido alguien (o algo) que considerábamos una parte importante o fundamental de nuestra vida. Para facilitar estos procesos debemos pasar por memorias y pensamientos que duelen mucho. Es natural que duela mucho y es importante que pasemos por allí porque, de otra manera, no hay proceso de duelo.
- No todos los duelos requieren de acompañamiento terapéutico, pero es cierto que la gran mayoría pensamos que podemos con todo cuando en la realidad no es así. Si tienes dudas al respecto, concierta una sesión conmigo y permite que valore tu caso personal