Cómo Superar la Muerte de un Perro y despedir a tu mejor amigo

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El impacto emocional de perder a una mascota

Antes de todo, me gustaría especificar que aunque utilicemos el término “mascota” por facilidad y por costumbre, deberíamos usar el término “ser querido animal”, por dos razones.
La primera razón sería para que podamos indicar claramente que se trata de un ser querido, o sea alguien que es, que está vivo y que nosotros queremos. Que se trata de un ser querido, querido por nosotros.
La segunda razón es por el adjetivo ‘animal’, para que podamos indicar que no se trata de un ser humano.
Como ves la primera parte es la que importa: ser querido.

Creo que es importante hablar de esta manera si queremos validar y visibilizar abiertamente nuestro amor, nuestra relación con el ser querido.

“Mascota” o “animal de compañía” son términos más bien técnicos, antiguos y fuera del tiempo, que infantilizan la naturaleza sagrada de un ser vivo y minimizan el rol que puede tener en nuestra vida, como si de un juguete se tratara.

Dicho esto, la pérdida de un ser querido animal requiere ser integrada como cualquiera otra pérdida, por lo cual abre camino a un proceso de duelo en toda regla.

Muerte repentina de una mascota

Tal como pasa con los seres humanos, cuando nuestro ser querido animal desaparece de improviso, el golpe es muy fuerte porque no hemos tenido el tiempo para hacernos la idea, como cuando hay una enfermedad degenerativa o cuando está en muy avanzada edad.

A principio de este año, recuerdo, me llamó P., una mujer cuya pequeña perrita bichón frisé había muerto por un mordisco al cuello de un pit bull, sin correa ni bozal. Estaba traumatizada, porque tuvo que asistir a lo que estaba pasando sin poder hacer nada. Sólo cuando el dueño del otro perro fue capaz de dividirlos pudo abrazar su pequeña Lola sin vida. Al dolor por la muerte, se añadió la tremenda rabia hacia aquel joven que por incumplir la ley había acabado con la vida de Lola.

Otra mujer, Y., tuvo que enfrentarse a una situación inesperada y tremenda. Su cocker Lucas, de seis años, había tenido un problema respiratorio así que lo había llevado a la veterinaria de siempre. La veterinaria le había dicho de marcharse a casa, que la avisaría cuando supiera que le estaba pasando. Y. se fue para casa y al cabo de dos horas la veterinaria la llamó, diciéndole que podría ir a recoger a Lucas.
Al llegar a la clínica, la veterinaria le dijo que había pasado algo inesperado y que Lucas estaba muriendo. Y., totalmente en estado de shock, tuvo sólo unos minutos para abrazarlo, mimarlo y decirle todo lo que lo quería. Lucas murió entre sus brazos.

Sentimientos de culpa por la muerte de una mascota

Otro hombre me llamó en verano. M. iba por todos lados acompañado por su fiel amigo Toby, un braco alemán de siete años.
Un día como muchos, salió con él por la mañana, en coche. Un calor que te mueres. Aparcó el coche en el parking de siempre, en el sitio de siempre. Y fue a la oficina, como siempre. A la hora de comer salió para recoger el coche e ir con amigos a comer. Al acercarse al coche se dio cuenta.
—¡¡¡Nooooo!!!
Se había olvidado Toby en el coche.
Abrió la puerta y abrazó su querido Toby sin vida, entre gritos y lágrimas. Fue un error de la mente, un error fatal y tremendo. M. tuvo que trabajar con uno de los peores “enemigos” de los duelos: el sentimiento de culpa.

Cuánto dura el duelo por una mascota

El duelo por la muerte de tu ser querido animal puede durar unos meses o complicarse si, como en las historias de arriba, la muerte se da en circunstancias duras o traumáticas. Las buenas prácticas que aconsejo son las mismas de los duelos por pérdida de un ser querido humano: permitirse llorar y sufrir, hablar abiertamente con los demás de nuestra pérdida y de lo mal que lo estamos pasando, evitar lo más posible las redes sociales, hacer deporte y pasar tiempo al abierto, pasear en un parque, en un bosque o en la playa. Y también volver a mirar fotos y vídeos de nuestro ser querido animal, tocar y oler sus juegos y objetos personales, recordar los buenos momentos pasados juntos.
Y como siempre, evitar gente tóxica, la que te suelta “no era un niño” o “cómprate otro y te pasa la llorera”. No pierdas tiempo intentando entregar tu dolor a quien no puede entenderlo. El dolor es algo demasiado precioso para compartirlo con cualquiera. Digo precioso porque el dolor es lo que sirve para procesar un duelo. Sin dolor no hay duelo. Es la llave para abrir y cerrar aquel proceso.

¿Cuándo adoptar a otra mascota?

Este es un tema delicado. Nadie puede sustituir a nadie. Cuando muere un ser querido animal no muere solamente alguien que nos espera en casa, nos quiere y nos adora. Muere alguien que queremos. Y a través de aquella relación de amor, nosotros nos definimos a nosotros mismos. Así que cuando desaparece el objeto de nuestro amor, ¿qué hacemos con nuestro amor? ¿Quiénes somos si no podemos amar? Se entiende que muchos quieran adoptar a otro ser querido en seguida, sin embargo yo recomiendo esperar un tiempo, un espacio importante y necesario para procesar la información de la ausencia. Sin este tiempo no podemos hacer el duelo. Y tapamos el dolor por algo bonito. Cancelamos las lágrimas para priorizar la alegría y volver a poner en circulación nuestro amor.
A B. le ha pasado esto, a principio de este año. Se le murió Jack, un simpático golden retriever de diez años, por enfermedad. Me llamó buscando consejos. Pero no pudo esperar. A las dos semanas estaba con Julie, una dalmata de unos pocos meses. Saltó el duelo por completo. Lo saltó, aunque lo que queda pendiente allí se queda, esperando la siguiente oportunidad.

Frases de despedida para un perro fallecido

Puede confortarnos hablar de nuestro ser querido y recordar los buenos momentos que pasamos juntos. Además, diversamente que con los seres humanos, es difícil que tengamos malos recuerdos con ellos, porque todos los animales generalmente son generosos, simpáticos, tiernos. No hacen cosas con maldad o mala intención. Así que en la mayoría de los casos las frases sobre ellos son de gratitud, amor y bondad.
Si hemos incinerado a nuestro ser querido, podemos esparcirlas en algún lugar que haya sido importante para nosotros, ponerlas en la tierra de un árbol o de una planta en casa, o incluso usar parte de aquellas cenizas para hacer una joya que nos recuerde aquella relación de amor. Si quieres que te pase el contacto de una maravillosa artista, escríbeme por privado y te compartiré su perfil de instagram.

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La importancia de buscar apoyo e sanación

¿Es recomendable buscar apoyo cuando sufrimos la pérdida de un ser querido animal?
La respuesta es “sí”. Es importante porque todos los duelos se activan cuando vivimos algo que no queremos vivir y el trabajo que está en juego es siempre con nosotros, con nuestras ideas de la realidad, nuestras expectativas, nuestros sueños y proyectos.
Esto significa que cada vez que sufrimos una pérdida tenemos la oportunidad de trabajar nuestro mundo interior. Si lo hacemos, el duelo posiblemente dura menos tiempo y se hace más dulce y fluido, más natural.

Si has perdido a tu ser querido animal y tienes dudas o preguntas sobre tu duelo, escríbeme, estaré encantado de contestarte.

Alberto Simoncini